jueves, 29 de mayo de 2008

Cómo Pinocho...


Aquí de nuevo, mis ánimos van mejorando por segundos pero se tambalean como unos de esos castillos de naipes que al mínimo soplo se viene abajo, pero todo me choca, me choca hasta el punto de verme asqueado por todo lo que me rodea, soy el títere que un viejo carpintero hizo un día para jugar en sus malos ratos, yo a diferencia de pinocho ni miento ni tengo vida propia, solo me dejo mover por las cuerdas con el único fin de entretener a los demás mientras se ríen, esa es mi función, he dejado de resistirme contra la fuerza de veinte manos contra una sola, no puedo, solo es eso, me han invitado a hacer un viaje de ensueño un año fuera recorriendo mundo en un barco, llamadme imbécil pero lo negué, toda la vida quejándome de mi vida y no hago nada por cambiarla cuando tengo la oportunidad pero no puedo, tengo una vida, una familia unas responsabilidades que no puedo dejar atrás como si no fuesen nada, tengo un gran sentido de la honestidad y eso no seria honesto ni para mi ni para las personas que de alguna manera me necesiten, de cualquier modo a veces nos creemos libres cuando en realidad solo somos como esas almas en pena que tiene una cadena en el tobillo y una enorme bola de hierro para no poder movernos del sitio dos pasos sin cansarnos y dejarnos las fuerzas en ello.
La libertad tiene un precio que yo no tengo en mi cartera ni tendré nunca, solo me queda aceptar y aceptar y es muy difícil aceptar cosas que aún no soy capaz de entender, quizá la razón sea esa trato de entender lo que me pasa y a veces es mejor no entender nada y vivir en la completa ignorancia, bien dice un refrán “los tontos son más felices porque no saben lo que les espera”.
Yo vivo antes de vivir, muero antes de morir, es mi gran problema pero son tantos los palos y los mazazos que en muchas ocasiones adviertes lo que va a pasar y lo hueles a mil leguas, no es ser pesimista, es ser realista, no soy feliz, y lo siento tantísimo pero no estoy dispuesto a batallar en ni una sola guerra más para conseguir nada.

1 comentario:

Eva Luna dijo...

A veces dudo de si es verdad que tras una de mis casi interminables caídas, acabo pisando sobre firme... entonces apareces tú; tú y tus palabras, tu comprensión, tus ánimos...
Apareces TÚ. No aparece Pinocho ni ningún inservible títere. Apareces tú, con tus responsabilidades, con la libertad que puedes tener. Es verdad que muchas veces pensamos que somos totalmente libres, pero nuestro Pepito Grillo interior, nos recuerda que no. Tanta sensibilidad en una persona no le concede la libertad. ¿Y qué? ¿Qué prefieres? ¿Tu propia vida?

No hace falta ni responder, no? Eres quien lleva las riendas de tu vida, nadie te podrá manejar. Paso firme y a por todas, héroe.
Porque si, para mi siempre serás un héroe :)
Un abrazo muy fuerte