viernes, 30 de mayo de 2008

Lo que el viento se llevó


Estos últimos meses he tenido una especie de mutación no sé si es otra faceta de madurez, ya sabéis que esto en mí es como cuando cargas la batería del móvil, va poco a poco pero llenando cada vez más las reservas de carga, al final el móvil ha pasado de estar inútil a estar totalmente preparado para dar de sí todo lo que puede, yo no sé si he llegado a ese punto solo sé que me siento muy raro y muy extraño, no sé a donde quiero aspirar ni llegar ni siquiera sé si quiero llegar a algún lado, mis esperanzas y mis ganas por seguir han disminuido pero ni me planteo caos emocionales simplemente estoy preparándome para mi mayor temor en esta vida “vivir por vivir” es una especie de imposición del destino, lo hago porque tengo que hacerlo pero no por mi, me falta motivación porque nada de lo veo me gusta pero tampoco hago nada por cambiarlo, simplemente no tengo ganas ni fuerzas de hacer nada que acabará llevándome a la misma escena de siempre “yo tirado en mi cama a oscuras escuchando algúna canción de Leona Lewis y expirando la vida con cada respiración”, se repite más de lo que quisiera soy un actor encasillado, pero no sé ni quiero saber, todo me hace daño, estoy más vulnerable que nunca, me están rompiendo como nunca lo habían hecho y no puedo sufrir más, he llegado a mi limite, he tocado techo lo reconozco no puedo más con esto, llevar mi vida me ha quedado grande... muy grande.
Yo no sé si siempre me había ido tan mal o realmente ahora soy consciente de ello, me estampo con todos los muros y un soplo me derrumba y cada vez me cuesta más difícil levantar, supongo que son crisis, delirios pasajeros pero ya me llenan demasiado y al mismo tiempo me vacían de una manera impresionante.

No hay comentarios: